Los Natzratim son los Discípulos de Rabi Yehoshua Ben Yosef de Natzrat, el Mashiaj, originados a principios del siglo I E.C, y como la mayoría de los movimientos en aquella época (Esenios, Fariseos) nunca dejaron de conducirse como Hijos de Israel (shomer Torá), con miras al establecimiento de la Soberanía del Eterno. Por ende los Natzratim no son Mesiánicos, Cristianos, ni pertenecen a Culto o Religión. Los Escritos de los Primeros Natzratim no son "escritos inspirados" o "nuevo pacto", sino la Transmisión por escrito de las Enseñanzas del Maestro y sus Primeros Alumnos, y deben ser estudiados en su contexto histórico, no un contexto religioso posterior "judío vs cristiano".
Rabí Yehoshua (Yeshua) no es una deidad, Yesh"u y Jesús son deformaciones religiosas de un personaje histórico. Rabi Yehoshua es el Tzadik destinado a ser el Rey Mashiaj de acuerdo a los Escritos de los Profetas de Israel, y por ende es el ser humano más conocido mundialmente a pesar de los casi dos mil años de su ausencia física entre nosotros. Su enseñanza ha trascendido los tiempos y ha seguido influyendo en todo el mundo como ningún hombre jamás haya podido. Pero aunque Yehoshua sea el personaje más ‘conocido’, no es del todo comprendido, su persona es mal entendida por algunos que ignoran la época y el contexto en que él desarrolló su enseñanza.
Rabi Yehoshua el Mashiaj y sus enseñanzas, así como todos los Neviim, son una continuidad en la historia de Israel a favor del establecimiento de la Soberanía del Eterno entre los seres humanos. Hace miles de años se nos fue entregada la Torá con un objetivo que aún no hemos sabido completar como nación -ser una guía ejemplar a las demás. La historia nos ha demostrado que la culpa no la tienen los profetas, sino nosotros como pueblo, pueden venir una centena de profetas de la estatura de Moshe, pero mientras todo el pueblo no nos volvamos con sinceridad al Eterno y sigamos culpando a Moshe (= Mashiaj) por no llegar a la tierra prometida (= Redención), la historia se seguirá repitiendo y seguiremos en el desierto (= Exilio).
Estamos viviendo en una época decisiva, donde la Religión (que es la interpretación humana de como relacionarse con el Poder Supremo) ha caducado mostrando no ser la solución del hombre. Israel y la Torá no son una religión, la Torá relata como desde la creación el ser humano en su instinto egoista no cumplió con el objetivo para el cual fue creado, y para que el ser humano rectifique este error el Eterno elige a un hombre, Avram, al cual prometió que de él haría un pueblo, Israel, y este iluminaría al resto de los pueblos y los guiaría en justicia y rectitud para rectificar el error. Con este objetivo fueron a Egipto nuestros padres, los descendientes de Avram, con este objetivo les fue entregada la Torá, y con este objetivo los Profetas hablaron. Israel no es algo estancado en el tiempo, sino algo vivo que trasciende los siglos. En lugar de minimizar a Israel dentro de un sistema religioso y normas de origen humano, Israel deben cumplir con su cometido divino -ser una luz a las naciones.Quiera El Misericordioso que pronto se acerque el Día prefijado en que todo Israel cumpla con las palabras del Profeta Yejezqel- "un corazón nuevo y un espiritu nuevo... que anden en Mis estatutos, guarden y hagan Mis juicios".